ARTY, EL ACORDEONISTA

Buenos días amigas. Me debo a mis lectores y no tengo más remedio que comenzar el artículo de hoy, respondiendo al comentario a la entrada de ayer de la 01:43h firmado por un tal Jusn Manuel (sospecho que astorgano de nacimiento).

Dejando a un lado el tonito amenazante cuando termina diciendo con cierto soniquete jocoso “no quiero que sufras un accidente”, quiero tranquilizarle, que del Palacio de Congreso por desgracia, habrá que hablar mucho.

Para empezar quiero ver en qué términos se aprueba la financiación mañana en el Consejo de Ministros, ya que según las informaciones aparecidas, para empezar ya no será el 2011 la fecha de finalización de las obras (como se prometió), sino que estaríamos hablando que la última partida presupuestaria se daría en 2012, lo que en el mejor de los casos daría una fecha de fin de obra para 2013-2014.

Pero como os digo ya hablaremos, ya.

Os quería comentar muchas cosas pero no quiero extenderme, tendré que dejar la crónica que recibí anoche en lapicaraleonesa@hotmail.es de una picaruela sobre la conferencia impartida ayer tarde por mi amor platónico Mario Conde.

Según me cuentan, mucha sustancia tuvo la exposición del banquero por antonomasia, tanta, tanta, que a algunos de los presentes se le atragantó.

Pero eso os lo tendré que contar mañana. Si alguien asistió a la conferencia, agradecería que me informasen al respecto.

Hoy os quiero contar una cosa que a bote pronto parece carecer de importancia, pero que ayer paseando por el centro de nuestra ciudad, me impactó (como a otra mucha gente que pasaba por allí).

Sería las 12:30h cuando bajaba de la Calle Ancha dirección Guzmán, cuando en frente del Palacio de Botines me crucé con una pareja de pobres drogadictos que en medio de la calle importunaban a una señora de avanzada edad pidiéndole “unas moneditas para un cafelito”, mientras tanto unos coches que se dirigían calle arriba hacia la calle ancha, tuvieron que parar unos minutos debido a que todo esto se producía en medio de la calzada.

¿Dónde estarán los guapos policías locales cuando se les necesita?, pensé yo.

No tardé mucho tiempo en averiguarlo.

Al seguir mi camino y cruzar es paso de peatones de la avenida Independencia, me encontré con una pareja de policías locales, dos chavales altos y bastante atractivos, que pedían papeles y explicaciones al pobre acordeonista ruso Arty, que ayer se había situado en la fachada del Caja España.

“¡Tengo un papel del Alcalde que me lo permite!” les dijo el pobre Arty como siempre sin perder la sonrisa.

“Nos da igual, aquí no puedes estar y punto”, le respondieron los policías locales.

De ese modo, sin perder la sonrisa y sin armar escándalo, pero un tanto avergonzado, Arty nuestro acordeonista ruso, recogió sus cosas y se marchó.

¡CUÁNTO DAÑO HACE LA MÚSICA DE UN ACORDEÓN! SI PUSIESEN EL MISMO EMPEÑO EN OTROS ASUNTOS…